Cristian Henkel: "Hallú criminaliza la lucha estudiantil"
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El descargo del rector Hallú es un colmo de tergiversaciones. Sin la menor consulta a los organismos directivos de la UBA, Hallú impulsó el cierre del CBC de Merlo, en compañía con el impronunciable intendente Othacehé. Para Hallú, el pago de los salarios docentes y costos administrativos de las sedes provinciales de la UBA debe estar a cargo de los municipios, o sea que aboga por la municipalización de la Universidad. Este principio figura en la totalidad de los nuevos contratos firmados por la universidad. En el caso en cuestión implicaba la transferencia del CBC a Otacehé, que para eso pedía la transferencia para crear una Universidad del Oeste, o sea desmantelar la UBA, La movilización de docentes y estudiantes contra estos planteos garantizó, por lo tanto, la continuidad de la sede oeste de la UBA contra Hallú, Othacehé y el Consejo Superior. Hoy se ha completado el año lectivo en la sede Merlo, y se han abierto 2 sedes más en el oeste, una en Moreno y otra en General Rodriguez. ¿Alguien cree que hubiese sido posible esto sin la movilización de los docentes y estudiantes, que apoyamos desde la FUBA?
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Hallú omite intencionalmente su responsabilidad. Oculta que desconoció la resolución del consejo superior (la 3830) que lo obligaba a garantizar la cursada en el oeste. También omite decir que la movilización del 28 de mayo pasado tuvo lugar cuando ya estaban en curso las reinscripciones al segundo cuatrimestre del CBC, sin que se hubiera destinado una sede en la zona oeste tal como lo estipulaba la resolución anteriormente mencionada.
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Hallú confunde el ejercicio del rectorado con los superpoderes. Al fin y al cabo, fue elegido rector en las instalaciones de un Congreso Nacional completamente vallado y militarizado, con lose votos de los consejeros superiores que previamente habían acompañado la candidatura del ex funcionario de la dictadura militar Atilio Alterini. En las sucesivas asambleas universitarias ha sido el bastonero de los adversarios de la democratización de la Universidad, cuyo gobierno sigue en manos de una camarilla profesoral.
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Lejos del respeto por el diálogo y por la opinión de los que piensan distinto, el Consejo Superior que conduce Hallú funciona vallado y con una permanente protección policial. Las sesiones que deberían ser públicas y abiertas se han cerrado a la participación de los docentes y estudiantes.
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Los 10 procesados de Hallú no son solamente estudiantes. Son todos dirigentes del movimiento estudiantil electos democráticamente por los estudiantes para representar y acompañar sus reclamos. Al acompañar la movilización de los docentes y estudiantes de Merlo, nosotros cumplimos con nuestra obligación. No obstante, el rector Hallú no nos ‘criminaliza solamente por la lucha de Merlo, sino por ser la conducción de un proceso de movilización contra los intentos de avanzar en la privatización de la educación pública y gratuita.
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Las causas abiertas judicializan y criminalizan las relaciones universitarias; convierten a la UBA en un ámbito represivo. Esta circunstancia debería obligar a un repudio inequívoco de parte de lo decanos de la UBA y de las autoridades del conjunto de los actores educativos. Lo que es claro es que la criminalización universitaria no logrará impedir, como no lo lograron en el pasado, la lucha por la democratización de la Universidad y la transformación social del país.
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Cristian Henkel
Presidente de la FUBA
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